El inesperado método fue rechazado por toda la comunidad educativa de las tres escuelas donde aparecieron los gatos. “Es evidente que hay un desinterés por la escuela y la educación pública”, comentaron.
Asimismo, cada vez son más las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires que denuncian la presencia de ratas lo que las obliga a suspender las clases. Hasta hoy día, se ven afectados 34 colegios, que ya llevan 40 reclamos. En tanto, desde el Ministerio de Educación, a cargo de la ministra Soledad Acuña, no ofrecen soluciones y ahora se decidieron por una insólita metodología: colocar gatos en los edificios escolares.
De ésta forma lo denunciaron desde la comunidad educativa, quienes indicaron que con esta iniciativa, el Ministerio de Educación reconoció que los métodos de desratización implementados no son nada efectivos. Por otra parte, recordaron que hace dos semanas que las clases se dictan de forma discontinua por la presencia de roedores.
En tanto, este método fue aplicado, en tres colegios de la Ciudad que comparten el mismo edificio: el Colegio N° 16 Guillermo Rawson, que funciona en el turno tarde; el Liceo 11 Cornelio Saavedra que dicta clases por la tarde; y el Colegio N° 12 Reconquista, donde concurren cientos de estudiantes en el turno mañana.
En tanto toda la comunidad educativa estima que esta situación “es un chiste” y una falta de respeto al reclamo sanitario que desde noviembre del año pasado padecen docentes y estudiantes de las tres escuelas.
“Hace varios meses que estamos reclamando la presencia de ratas en la escuela, más precisamente desde noviembre del año pasado. Hicimos múltiples pedidos, elevamos las actas correspondientes para que desraticen. Pusieron cebos y trampas pero las ratas siguen más presentes que nunca”, comentó Lisandro Rappetti, docente de la escuela N° 16 Guillermo Rawson.
“Ayer se cumplieron dos semanas que las clases se dictan de manera discontinua, de manera reducida, muchos días firmamos actas y nos vamos porque las ratas están por todos lados. Cuál fue la solución que encontró el ministerio de Educación para desratizar la escuela: traer un gato negro”, indicó Rappetti.
De ésta forma, explicó que el gato fue llevado a la escuela el martes de la semana pasada. Así, lo trasladaron en una jaula, con una bolsita con alimento y lo dejaron en el edificio. “El animal tiene miedo, se esconde en las aulas y cuando ve mucha gente sale disparando. Imaginate que en la escuela entre los tres turnos circulan más de 700 estudiantes”, indicó.
Paralelamente, los estudiantes le informaron a los supervisores del distrito que antes de ayer se acercaron a la escuela y les solicitaron respuesta. No obstante, la supervisión alegó que ellos son supervisores pedagógicos y que tienen una capacidad limitada para resolver la problemática. “Esta respuesta molestó muchísimo más a la comunidad educativa”, comentó Lisandro.
“Es evidente que hay un desinterés por la escuela y la educación pública y minimizan todos los reclamos que estamos haciendo desde la comunidad. No quieren solucionar el problema de las ratas porque esto implicaría manejar unos costos importantes. La solución no es el gato, y los cebos tampoco porque no dieron resultado. Es más, la comunidad de ratas se incrementó mucho más estas últimas semanas”, indicó Claudia Carrillo, docente y educadora del Liceo 11.
Ya hace muchos días que el gato no aparece, hay quienes creen que se fue del colegio porque vivía asustado. “Estamos trabajando entre excrementos de ratas y entre turno y turno hay que limpiar todo el colegio de vuelta porque aparece más caca de roedores en las mesas y en todos lados. No nos parece justo para el gato que este solo en un edificio de tres pisos, solo asustado. Los estudiantes se lo quieren llevar pero los directivos tienen miedo porque saben que el gato es del ministerio de Educación”, finalizó.