El comisario de la Ciudad Horacio Córdoba fue pasado a disponibilidad el lunes pasado y ayer fue arrestado por colaborar con el principal sospechoso de asesinar a Fernando Pérez Algaba. Solicitaron liberar a la mujer trans detenida en el caso.
En tanto, el comisario de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Córdoba, fue detenido ayer jueves por el crimen de Fernando Pérez Algaba, el empresario baleado y descuartizado el mes pasado. En tano, el policía había sido pasado a disponibilidad el lunes pasado luego de saberse su imputación, era de alto rango.
El comisario trabajaba dentro de la Subsecretaría de Tecnología e informática del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad. En tanto, tenía a su cargo el monitoreo de los efectivos y móviles de la fuerza porteña.
Por otra parte, la imputación de Córdoba se dio luego de que fue relacionado por Marcelo Domínguez, fiscal del caso, a Maximiliano Pilepich, principal sospechoso del asesinato. Asimismo, el fiscal entiende que el comisario le facilitó a Pilepich el celular con el que se comunicó desde el 18 de julio pasado, el día que habrían matado a Pérez Algaba, con sus cómplices, entre ellos, Nahuel Vargas, que fue detenido este jueves.
Por otra parte, el teléfono que utilizó el emprendedor inmobiliario desde el 18 al 25 de julio, pertenecía a una partida adjudicada a la cartera de seguridad de la Ciudad de Buenos Aires.
A causa de que Córdoba es especialista en tecnología de las comunicaciones, el fiscal estima que colaboró con Pilepich para lograr eludir la investigación en su contra. A la vez, el funcionario notó que Pilepich, detenido esta semana, efectuó varios movimientos, supuestamente para despistar: apagó y prendió los dispositivos en diferentes tiempos y lugares.
Asimismo, el comisario, hoy desvinculado de su cargo en la fuerza, quedó detenido en el día de ayer luego de su indagatoria en el expediente. Por otra parte, se supo que Pérez Algaba, como a tanta gente, le debía dinero también al comisario.
Por otra parte, de acuerdo a la transcripción, Córdoba declaró por recomendación de su abogado, Roberto Casorla Yalet, y afirmó que era “amigo de Fernando desde hace aproximadamente dos años, en ocasión en que el dicente quería realizar una inversión en criptomonedas”.
Y además manifestó que “era inicialmente de 3.000 dólares que no hicieron ningún tipo de recibo” sino que fue una entrega de dinero informal en el departamento de Pérez Algaba en la torre SLS de Puerto Madero. Antes, “Lechuga” había vivido en el costoso Alvear Tower. Le mostró su estilo de vida, con su domicilio ostentoso, un Mercedes Benz y una moto Ducati”.
Por otro lado, afirmó que “Fernando era una persona muy cariñosa, centradra, y le comentó que al día siguiente se iría a Cariló con Nahuel Vargas y unas chicas a quienes no conoce”. Nahuel Vargas, el otro acusado de descuartizar a “Lechuga”, fue detenido en el día de ayer.
“Fernando nunca cumplió con lo pactado, nunca le pagó los intereses que habían acordado y constantemente le indicaba que posteriormente le entregaría más dinero y un interés mayor al que habían acordado, ello por el incremento del valor de las criptomonedas, ya que era muy variable su valor”, manifestó.
Más tarde, de acuerdo a la transcripción, Córdoba confirmó que “conoció una oficina que había armado, donde había muchas computadoras, con chicos haciendo trading, muy ostentosa, que el declarante cree, por dichos de Fernando, que la oficina se la había prestado Charlotte Caniggia”.
A la vez, afirmó que Pérez Algaba lo invitó a invertir en el emprendimiento inmobiliario “Renacer” de General Rodríguez. En tanto, el sitio es determinante para comprender la secuencia que podría haber llevado a la muerte del trader.
Acerca de la actuación del comisario de la Ciudad, se consignó que los detectives policiales llegaron a la conclusión de que, pasada la medianoche del 19 de julio pasado, Córdoba se trasladaba en un Ford Mondeo negro y sin patente, cuando se registró un impacto de antena de su celular en las inmediaciones del emprendimiento inmobiliario “Renacer” de la localidad de General Rodríguez, al que se había dirigido Pérez Algaba para cobrar un pago que le debía Pilepich.
Asimismo, solicitaron liberar a la mujer trans acusada en el caso, Alma Nicol Chamorro, que fue arrestada en un asentamiento de Ingeniero Budge a poco tiempo del hallazgo de la valija con los restos.
En tanto, se informó que en el día de hoy podría ser liberada por la Justicia ya que el fiscal Domínguez solicitó su excarelación al juez de Garantías del caso, Sebastián Monelos. En tanto, en el escrito, el investigador a cargo de esclarecer el crimen determinó “se disponga la inmediata libertad sin perjuicio de la prosecución de la investigación a su respecto”. O sea, si Monelos aprueba, quedará libre, pero será investigada.
Asimismo, la decisión del fiscal fue adoptada en base a los dichos de su hermano, Luis Contreras, que reconoció haber participado en el descarte del cuerpo. En tanto, Alma Nicol fue beneficiada por los resultados de una variedad de pericias en su ropa y en su domicilio particular.