Los trabajadores asitieron a la sede situada en el centro para exigir mejoras salariales. La policía de la Ciudad los desalojaron con gases lacrimógenos.
Durante esta mañana, choferes disidentes de la Unión de Transportes Automotor (UTA), se manifestaron en la sede que el gremio tiene en la Ciudad en el barrio porteño de Balvanera para exigir mejoras salarias. Sin embargo, la Policía de la Ciudad a cargo de Jorge Macri los desalojó con una represión que incluyó gases lacrimógenos. La tensión continúa en el lugar.
Por otra parte, los manifestantes llegaron hasta allí autoconvocados en disconformidad con el acuerdo salarial al que se llegó esta semana con la Secretaría de Trabajo: una suma no remunerativa de $500.000 en dos cuotas. Según consignó La Nación, en la convocatoria se detalla: “Choferes Autoconvocados, Choferes Unidos, de toda la Provincia [de Buenos Aires] y de todas las líneas para juntarnos en la plaza de Once. Hay que hacer ruido en nuestra casa. Estamos en disconformidad con lo que se arregló”.
Al mismo tiempo, uno de los choferes presentes aseguró que trató de “una marcha pacífica” para reclamar mejores condiciones salariales y explicó cómo fue la secuencia con la Policía. “Una vez que llegamos a la sede del gremio, la Policía nos pidió si nos podíamos poner en la vereda, a lo que accedimos. Más tarde, se acercó una persona que se presenta como jefe del operativo, nos dijo que nos teníamos que correr de ahí. Es la primera vez que sufrimos represión. De un momento a otro, la Policía empezó a pegarnos y a empujarnos”, dijo.
Más tarde, reveló que hay un sector del gremio, a cargo de Roberto Fernández, que no está de acuerdo con la suma no remunerativa de $500.000 en dos tramos que se acordó para desactivar un paro de colectivos. “El único reclamo que venimos a hacer es por una mala paritaria que todavía no se cerró. Le pedimos a Fernández que tome medidas para que nosotros de una vez por todas cobremos nuestro salario”, comentó el chofer.
Asimismo, otro manifestante afirmó que se concentraron para “reclamar algo justo sin ningún tipo de violencia”. Al igual que su compañero, denunció: “Nos empezaron a empujar y correr a pesar de que estábamos en la vereda. Nosotros somos trabajadores, no tenemos palos, barbijos, solamente queremos hacer sentir nuestro reclamo. Lo que nos pidió la Policía lo hicimos”.