Con dos grúas enormes restauran los pétalos dañados de la Floralis Genérica. Asimismo, la emblemática estructura había quedado afectada tras el fuerte temporal de diciembre pasado.
Por otra parte, los dos pétalos de la Floralis Genérica, de cinco toneladas cada uno, que fueron dañados en el temporal del 17 de diciembre pasado fueron retirados de la monumental escultura y trasladados para su restauración, en un complejo operativo que contó con la participación de grúas de gran porte y la logística diseñada por una fábrica de aviones. El acondicionamiento del espacio público se inició el martes pasado y todas las tareas finalizarán el próximo domingo.
Por otro lado, los dos pétalos serán depositados en el predio de infractores de tránsito que depende de laSecretaría de Transporte de la Ciudad, ubicado detrás de la Facultad de Derecho de la UBA. Allí continuarán los estudios técnicos para su reparación y puesta en valor.
Al mismo tiempo, en la operatoria está participando la Fábrica Argentina de Aviones SA (FAdeA), organización que participó del montaje original de la Floralis, inaugurada el 13 de abril de 2002 como homenaje a todas las flores, y que conserva los planos originales. En tanto, previamente se acondicionó la Plaza de las Naciones Unidas y se armaron dos grúas, una con capacidad para levantar 450 toneladas y la otra para 49 toneladas. A la vez, las tareas posteriores consisten en el traslado de los pétalos y desmonte de las grúas.
Al mismo tiempo, para el operativo se debieron desmontar los pétalos caídos como consecuencia del fuerte temporal de viento y lluvia. Para retirarlos se realizó un estudio previo en el mecanismo de apertura y se comprobó que aún está en condiciones de funcionar. También se evaluaron diferentes opciones de desacople para aplicar durante la operación de traslado. En el procedimiento fue necesario sostener el pétalo con las lingas de la grúa para poder trabajar.
Asimismo, el traslado implicó realizar tareas de mantenimiento en la Plaza de las Naciones Unidas, antes y después del trabajo de las grúas. También hubo que retirar y colocar rejas, mover mobiliario urbano, nivelar el terreno con tierra, reparar algunos solados, y acondicionar el sistema de riego, el césped y canteros. Aparte, se realizaron tareas de poda y tendido de luminarias.
“El traslado de los dos pétalos es clave para avanzar con el proceso de reparación de la FloralisGenérica,uno de los máximos emblemas porteños. Es un paso importante para continuar el análisis estructural del monumento en su conjunto y concretar un proyecto de reparación eficiente, austero y sostenible en el tiempo teniendo en cuenta la situación económica y las consecuencias del cambio climático”, indicó el ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, Ignacio Baistrocchi.
Por otra parte, bajo la supervisión del área de Monumentos y Obras de Arte de la Ciudad (MOA), en enero se inició el diagnóstico sobre los daños generados para determinar el estado general de la Floralis y proyectar su reparación. El informe constó de cateos en altura, la apertura de las láminas de los pétalos de acero y el análisis de la estructura para evaluar daños internos, además de la revisión de los componentes electromecánicos y electrohidráulicos de las piezas que generan el movimiento de apertura y cierre.
De acuerdo a lo que explicaron los expertos que participan en la restauración, en la apertura de las láminas de acero inoxidable se observaron daños en soldaduras y roturas estructurales. Por esta razón se avanzó en una apertura completa de la flor para poder definir con certeza la situación estructural interna de todo el conjunto.
Asimismo, en el tramo final de la planificación el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana sumó a FAdeA a la mesa de trabajo, organización que había realizado el montaje original de la estructura. FAdeA participa en el traslado de los pétalos y aporta su experiencia para la reparación del monumento.
Por otro lado, la Floralis, de 20 metros de altura y 18 toneladas de peso, fue la primera escultura en movimiento controlada por un sistema hidráulico y células fotoeléctricas que respondían a la luminosidad del día para abrir o cerrar los pétalos metálicos, al igual que las flores naturales. La escultura se abría por la mañana y se cerraba por las noches.
No obstante, el engranaje de la escultura dejó de funcionar en 2009 a raíz de un temporal. En 2015 la obra fue reinaugurada con el sistema de cierre y apertura reparado, aunque solo se podía controlar manualmente. Y así quedará.
En tanto, en 2020 y 2022 se realizaron tareas de restauración de la zona que incluyeron la renovación de las veredas aledañas, la incorporación de rampas de acceso, la suma de vegetación, la incorporación de nuevo mobiliario urbano, la creación de nuevos senderos y la manutención del engranaje, el cual siguió siendo manual en vez de automático como originalmente había sido diseñado. A la vez, a estas tareas se sumaron las posteriores al 17 de diciembre para establecer un control de daños para su posterior puesta en valor.