En tanto, se podrá subir a las ventanas del Obelisco para disfrutar de una vista única de la Capital, desde 62 metros de altura; se trabaja ya en la instalación de un ascensor que alcanzará los 55 metros de altura.
Asimismo, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires avanza con las obras del nuevo mirador panorámico en el Obelisco, ubicado en la Plaza de la República. En tanto, este proyecto permitirá que los visitantes accedan a una vista única a 62 metros de altura. Desde julio pasado, se está instalando un ascensor que permitirá ascender hasta los 55 metros, desde donde las personas podrán subir los últimos 35 escalones por una escalera caracol.
Por otro lado, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, junto con el ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, Ignacio Baistrocchi, visitó el lugar y destacó que este proyecto revalorizará al Obelisco como uno de los íconos turísticos más importantes de la Ciudad. “El mirador panorámico va a transformar la manera en que porteños y turistas disfrutan de nuestro patrimonio, como en las grandes ciudades del mundo”, indicó Macri.
A la vez, el acceso al Obelisco, que hasta ahora estaba limitado a un pequeño grupo de personas que podían subir los 206 escalones con asistencia, se volverá más accesible con la instalación del ascensor. En tanto, este contará con capacidad para cuatro personas y tendrá tres caras vidriadas, lo que permitirá a los visitantes disfrutar de las vistas de la ciudad durante el ascenso.
Al mismo tiempo, el proyecto fue aprobado por la Comisión Nacional de Monumentos, dado que las modificaciones en el Obelisco son reversibles y no afectan su estructura original. En tanto, la preservación del edificio, considerado Monumento Histórico Nacional, es una prioridad en todo el proceso de obras. El ascensor estará acompañado por una estructura metálica que contiene las guías del mecanismo y una escalera de emergencia.
A la vez, la coordinación de la oferta de visitas estará a cargo del Ente de Turismo de la Ciudad, que las gestionará mediante reserva previa, aunque aún no se ha confirmado si tendrá costo. Esta propuesta se suma a otros puntos panorámicos como la Torre Monumental de Retiro, que también ofrece vistas privilegiadas de la Capital y tiene valores diferenciados para público local o extranjero.
Por otro lado, el Obelisco, uno de los símbolos más emblemáticos de Buenos Aires, fue diseñado por el arquitecto Alberto Prebisch e inaugurado el 23 de mayo de 1936 para conmemorar los 400 años de la primera fundación de la ciudad por Pedro de Mendoza. Ubicado en la intersección de las avenidas Corrientes y 9 de Julio. Así, su edificación formó parte de un plan de modernización que también incluyó la ampliación de la avenida Corrientes.
Al mismo tiempo, la obra se completó en solo 31 días, con la participación de 157 obreros. El monumento, que alcanza una altura de 67,5 metros, tiene una base de 6,8 metros por lado y originalmente estaba revestido con piedra caliza de Córdoba. Sin embargo, en 1943, apenas siete años después de su inauguración, el revestimiento fue retirado debido a problemas de conservación y sustituido por cemento.
Por otra parte, a pesar de su relevancia como símbolo de Buenos Aires, el Obelisco no estuvo exento de controversias. En 1939, apenas tres años después de su construcción, el Concejo Deliberante votó a favor de su demolición debido a la caída de algunas lajas de su revestimiento original. En tanto, sin embargo, esta medida nunca se concretó, y con el tiempo, se convirtió en un símbolo de la Ciudad.
Por otra parte, el nuevo mirador panorámico en construcción permitirá a los visitantes acceder de manera más sencilla al Obelisco. Con la instalación del ascensor y la mejora en la accesibilidad, el monumento se integra a la modernización de los espacios patrimoniales, manteniendo su valor histórico.
El mirador panorámico más importante de la Ciudad de Buenos Aires
Asimismo, la cima del monumento porteño tiene cuatro ventanas, cada una orientada a un punto cardinal. Y desde allí vecinos y turistas podrán disfrutar de una vista privilegiada de Buenos Aires
Hay dos buenas maneras de admirar el patrimonio arquitectónico de las grandes metrópolis del mundo. La primera es caminar mirando hacia arriba sin perderse nada de lo que hay construido en las alturas.
En tanto, la otra es contemplarlas a vuelo de pájaro, desde el cielo, y esto es lo que ocurrirá en el centro porteño cuando esté listo el nuevo mirador del Obelisco, que permitirá a los vecinos y turistas, por primera vez en la historia, observar la Ciudad a 62 metros de altura, desde sus cuatro ventanas.
Por otro lado, será el mirador panorámico más importante de Buenos Aires, al que se podrá acceder a través de un ascensor.
En tanto, hasta el momento, la única manera de ascender sus 67,5 metros de altura era por una escalera marinera de 206 escalones. Y había que hacerlo con casco, guantes de amianto y arneses, y la asistencia del personal de Defensa Civil. Como es ostensible, más allá de los operarios de mantenimiento, solo los fanáticos de las emociones fuertes y los delirantes hinchas argentinos campeones del mundo lo habían intentado, contagiados por la adrenalina de las victorias épicas, con el frenesí de la avenida 9 de Julio y el glamour de la avenida Corrientes allá abajo.
Por otro lado, la dificultad de escalar hasta la punta del Obelisco viene desde que se inauguró, el 23 de mayo de 1936, para celebrar los 400 años de la fundación de Buenos Aires. Fue proyectado por el arquitecto Alberto Prebisch y se levantó en solo 31 días, con el trabajo de 157 operarios, en la Plaza de la República, donde antes estaba la Parroquia San Nicolás de Bari, cuando también se amplió la traza de la 9 de Julio.
Tan velozmente como construyeron como lo quisieron demoler, con una ordenanza del Concejo Deliberante, tres años después de inaugurado, un poco por seguridad, porque se habían desprendido unas lajas que revestían la fachada, pero más que nada por capricho el historiador Daniel Balmaceda. En tanto, la resolución, por suerte, no tuvo éxito.
Asimismo, rápidamente el Obelisco se convirtió en el ícono más representativo de la Ciudad, punto central de las manifestaciones más convocantes de la Argentina, lo que hoy se ve con la cantidad de turistas de todo el mundo que lo visitan. En tanto, es lo que tuvo en cuenta la gestión de Jorge Macri como Jefe de Gobierno, en el marco del plan para revalorizar el patrimonio urbano y ampliar la oferta turística porteña, que incluyó también la reinauguración de la Torre Monumental, mejor conocida como Torre de los Ingleses, que ofrece a vecinos y turistas una vista panorámica privilegiada de Retiro desde su mirador, ubicado a 40 metros de altura.
La labor del Mirador del Obelisco comenzaron en julio y tienen un plazo de ejecución aproximado de ocho meses. Así, en un primer momento se avanzó con la limpieza de los muros interiores del ícono porteño y se hizo un exhaustivo acondicionamiento de sus instalaciones eléctricas.
Se llevó a cabo además la adecuación del piso para la colocación de una escalera de acero paralela de emergencia que abrazará la estructura del ascensor.
Actualmente se trabaja en la instalación de esa estructura metálica abulonada, que guiará al habitáculo hasta la cima. El elevador funcionará con un sistema de anclaje y subirá hasta los 55 metros de altura, donde los visitantes podrán descender y acceder al mirador a través de una escalera caracol de 35 escalones. La cabina del ascensor tendrá tres de sus cuatro paredes vidriadas y podrá trasladar hasta cuatro personas a la vez.
Por otra parte, por tratarse de un Monumento Histórico Nacional afirman fuentes del gobierno de la Ciudad que la obra no afectará en ningún sentido el edificio, ni el exterior, ni las paredes internas, ni la cúspide. “La Ciudad tiene más de 2400 monumentos y obras de arte, es un museo a cielo abierto; vamos a seguir trabajando para mantenerlos y mejorar la experiencia de los vecinos y turistas”, comentó el ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, Ignacio Baistrocchi, a cargo del proyecto.
Por otro lado, una vez inaugurado, el Mirador Obelisco estará a cargo del Ente de Turismo de la Ciudad. En tanto, contribuirá al desarrollo de nuevos circuitos para seguir potenciando los atributos de Buenos Aires como uno de los destinos más interesantes del mundo.