En la Ciudad de Buenos Aires, se registraron 14 homicidios dolosos a mujeres en situación de calle, entre el 2015 y 2021, de los cuales nueve fueron considerados femicidios.
En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la Unidad Fiscal Especializada en Violencias contra las Mujeres (UFEM) publicó un informe “Homicidios dolosos de mujeres en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires”. En ese informe, revelaron que en el distrito porteño se registraron 14 homicidios dolosos a mujeres en situación de calle, entre el 2015 y 2021, de los cuales nueve fueron considerados femicidios.
Asimismo, lo más conmocionante es que registraron que entre el 2020 y el 2021, el número de esos femicidios aumentó de forma potencial y coincidió con el periodo de aislamiento por la cuarentena de Covid-19.
“Hicimos este relevamiento porque el dato que surgió en la pandemia nos llamó la atención, ya que la previsión era contraria. Nosotras conocíamos que el peligro se incrementaba en los hogares y esto nos arrojó un número que no esperábamos. La explicación a la que llegamos es que no había presencia ciudadana en la calle, ni presencia estatal, por lo tanto el peligro se incrementó para estas mujeres también”, indicó Mariela Labozzetta, titular de la UFEM.
Por otra parte, el informe registró 155 homicidios dolosos de mujeres y 14 de ellos fueron a personas en situación de calle (9%). En tanto, de esos crímenes, se supo que fueron cometidos por 17 agresores y, en dos casos, se trató de hechos con autores múltiples.
A la vez, el relevamiento de estos casos tiene origen por el análisis de causas judiciales que, muchas veces, cuentan con poca información recopilada acerca de las víctimas, con relación a su historicidad. “Nuestro rol es conocer cómo se investigan esos casos y reconocer dónde falla la justicia, con el objetivo de mejorarla”, indicó Labozzetta.
Por otra parte, una de las conclusiones del informe es que las mujeres en situación de calle se encuentran expuestas a contextos de violencia estructural y a episodios cotidianos relacionados con la criminalización de la pobreza y la persecución policial mediante prácticas de hostigamiento, discriminación y violencia física y verbal.
Asimismo, en reflexión acerca del rol de la justicia en las causas de género, Labozzetta indicó: “La respuesta de la justicia es deficitaria cuando las víctimas son más vulnerables. Desde la interseccionalidad, vemos la deficiencia de la justicia y es en esos casos donde tenemos que intervenir”.