El monumento de la considerada Madre de la Patria fue destruida durante la madrugada del viernes. “Forma parte de la multiplicación y naturalización de los discursos de odio en nuestro país”, expresaron autoridades y representantes de la comunidad afro.
Asimismo, la estatua en homenaje a María Remedios del Valle, mujer afrodescendiente que formó parte del Ejército del Norte, cuya figura honra a la Madre de la Patria, fue destruido la madrugada del día viernes pasado en la plazoleta situada en Bernardo de Irigoyen y Estados Unidos, en el barrio de Constitución, lo que ocasionó el repudio del Ministerio de Cultura nacional y de representantes de la comunidad afroargentina, que consideraron que esta acción “forma parte de la multiplicación y naturalización de los discursos de odio en nuestro país”.
“La comunidad está conmocionada con este acto de vandalismo inaceptable. Es terrible encontrarnos con esta noticia. Ayer, 31 de agosto, fue una conmemoración sensible para la comunidad como lo es el día internacional de los Afrodescendientes, que conmemora el legado de la africanidad en todo el mundo, que refleja la importancia de reivindicar y reconocer con políticas afirmativas a nuestra comunidad históricamente vulnerada en sus derechos humanos. Por eso esta violencia racista no es casualidad, forma parte de la multiplicación y naturalización de los discursos de odio en nuestro país”, comentó Maga Pérez, directora de la Comisión para el Reconocimiento Histórico de la Comunidad Afroargentina, del programa Afrodescendientes del Inadi.
“La negación del racismo es grave en nuestra sociedad. Hay acciones concretas, vulneración de derechos, expresiones discriminatorias y racistas en nuestra vida cotidiana que es urgente que toda la sociedad reflexione y se sume contra toda violencia. Las trayectorias de vida de las personas afrodescendientes son difíciles de transitar producto de los prejuicios y estigmas que violentan nuestra existencia”, insistió.
Por otro lado, el monumento había sido inaugurado el 8 de noviembre de 2022 -cuando se celebra el Día Nacional de las y los afroargentinos y de la cultura afro- en la plazoleta situada en Bernardo de Irigoyen y Estados Unidos, “fue quemado en su totalidad de forma cobarde y anónima”, indicó el Ministerio. A la vez, la obra medía 3,70 metros con el pedestal, pesaba 80 kilos y fue realizado en impresión 3D con resina y laca poliuretánica.
A la vez, Pérez estimó que “la comunidad siempre alertó acerca de los discursos de odio y el racismo estructural que se acrecienta si no se toman decisiones políticas contundentes que trabajen contra la desigualdad económica y social que padece la comunidad afrodescendientes”, al comentar acerca de este violento episodio sobre el que se efectuó una denuncia ante la comisaría cuarta de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Por otro lado, el Ministerio de Cultura adicionó que “ha informado y puesto en conocimiento a las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires para que se inicien los procedimientos correspondientes a fin de ubicar a los responsables para que asuman las consecuencias de semejante acto de vandalismo”.
“Lamentamos y repudiamos profundamente estos hechos de violencia hacia símbolos de nuestra historia, nuestra patria y nuestra cultura”, indicó el Ministerio que explicó que la escultura se originó por un concurso para homenajear a María Remedios del Valle, y era obra de escultor Alexis Minckiewicz, quien trabajó junto a Gisela Kraisman y Louis Yupanki. “Al conmemorarse los 40 años de Democracia en Argentina, es necesario poner freno de manera urgente no solo a cualquier discurso y expresión de odio y toda forma de intolerancia, discriminación y violencia hacia el otro”, indicó el Ministerio.
Por otra parte, María Remedios del Valle había nacido en Buenos Aires en 1766, en el seno de una familia de origen afrodescendiente, y era parte de los sectores populares y subalternos de la colonia. A la vez, junto a su marido e hijos formó parte del Ejército del Norte en la primera expedición al Alto Perú, al mando de Manuel Belgrano.
Asimismo, por su coraje y valentía, Belgrano le otorgó el grado de capitana del Ejército, y con ese cargo participó del frente de batalla en el cuidado y atención de soldados en las victorias de Tucumán y Salta (1812 y 1813), y en las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma (1813).
Al mismo tiempo, perdió a su familia en combate y, una vez culminada la guerra, regresó a la Ciudad de Buenos Aires, donde padeció la indigencia. En tanto, su figura fue sometida durante largo tiempo al silenciamiento en el relato histórico de las heroínas de la Patria. Por otro lado, la vejez de María Remedios transcurrió en la pobreza material y privada de reconocimientos oficiales, hasta que la Sala de Representantes de la Provincia de Buenos Aires le concedió el cargo de sargento mayor de caballería en 1829.
Tiempo después, el gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, decretó su jerarquía de mayor de caballería y le aumentó su pensión de 30 pesos a 216 pesos. En tanto, ella, por gratitud hacia quien la sacó de la miseria, cambió su nombre por el de Remedios Rosas.
Falleció el 8 de noviembre de 1847, sin haber recibido en vida el reconocimiento merecido, y en esa fecha, a partir de la sanción de la Ley 26.852 y en homenaje a su figura, se conmemora en Argentina el Día Nacional de las y los Afroargentinos/as y de la Cultura Afro.