El evento se llevará a cabo el fin de semana en la Plaza del Lector, en el barrio porteño de Recoleta. Asimismo, habrá libros a precios muy económicos, charlas y lecturas con Dolores Reyes, Martín Kohan, Fernando Noy y Emilio García Wehbi. En tanto, durante esta edición participarán 34 librerías.
Asimismo, de forma de aproximar la experiencia de lectura a través de libros usados, a precios muy accesibles y para subrayar el papel crucial de los libreros, 34 librerías de libros usados se auto convocan en la segunda de la Fiesta del Libro Usado (FLU) este sábado y domingo entre las 12 y las 19 horas que se realizará en la Plaza del Lector, próxima a la Biblioteca Nacional, en el barrio porteño de Recoleta, después de un éxito rotundo en su primera edición. En tanto, la entrada será libre y gratuita.
Por otro lado, las librerías de usados traerán consigo una selección de sus títulos más renombrados, desde clásicos hasta las obras literarias más difíciles de encontrar. Representan aquellas librerías tradicionales de Parque Centenario, Rivadavia o Plaza Italia y también las de calle Corrientes, que contienen entre sus umbrales ejemplares que parecían inaccesibles.
Asimismo, Patricio Rago, autor del libro «Ejemplares únicos» y propietario de Aristipo Libros en el barrio porteño de Villa Crespo, se encuentra detrás de esta propuesta y comenta cómo circulan los libros usados en el centro de la Ciudad y de qué se trata este hallazgo que resalta por aunar lo económico, lo inaccesible y lo romántico si se quiere.
“Por lo general el recorrido es siempre el mismo: un lector compra libros a lo largo de los años, va armando esa cosa hermosa y mágica que es una biblioteca. Los acomoda, los agrupa, cada tanto los mira con amor, esos libros le evocan momentos de su vida, amigos, parejas, sensaciones. Quizás, en algún momento decide desprenderse de algunos libros, o porque ya no tiene espacio, o porque se muda a un lugar más chico. Y después, cuando muere, lo hacen sus hijos por él. En todos los casos aparece el librero de usados”, indica Rago.
Asimismo, en ese camino, los libros usados cuentan historias: se puede encontrar en ellos marcapáginas, flores disecadas, cartas o postales y a la vez subrayados, pliegues en las páginas o dedicatorias. En tanto, Rago obtiene estos hallazgos apasionantes. “Mucha gente me escribe contándome que encontró un recorte de diario, una carta, una foto, o un boleto de tranvía en el libro que se llevó. Le encanta. Posta que flashea mucho. Yo creo que a veces siente que ese papelito lo interpela directamente. Como si un orden oculto del universo hubiera puesto ese papelito ahí para él. Hermoso”, expresa.
“Los subrayados también son un flash, porque leer un libro subrayado y anotado, implica escuchar, de alguna manera, la voz de una persona que muchas veces uno ni conoce. Y ahí medio que se arma como una complicidad, uno se ríe de los comentarios, coincide con muchos de esos subrayados, o se pregunta por qué subrayó tal cosa, tal otra, no lo entiende” y adiciona: “Es espectacular”.
Por otro lado, una vez en la librería de usados, otros lectores obtienen esos libros y, según comenta Rago: “el ciclo se repite, una y otra vez”. En tanto se podría pensar que el aumento del precio del papel pudo haber tenido una correlación en la compra-venta del libro usado, para Rago esto no sería así. “No sé si hubo una ampliación en el mercado del usado, me inclino a decir que no. Hasta diría que todo lo contrario”, indica el librero y explica el escenario: “Hace años que las librerías de usado vienen cerrando. Quedan cada vez menos. Algunas en calle Corrientes, pocas en el centro, San Telmo, los parques… Y si bien abrieron otras en algunos barrios y hay varias que adoptaron la virtualidad, a mí me da la impresión de que son menos que antes”.
“Es un poco por esto que hago la FLU, para que la gente vuelva a comprar usados como en otras épocas, para que los descubra, los conozca, sepa que existen, que son más baratos y que se consiguen cosas inhallables y ediciones que son joyitas”, comenta acerca de las motivaciones de esta feria que se traslada en su segunda edición del espacio cultural Plataforma Nave a la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, indiscutido punto de encuentro.
Acerca de esta nueva sede, el librero afirma: “Este año redoblamos la apuesta. Que la FLU se haga en un lugar icónico de la Ciudad como es la Biblioteca Nacional, posta que es un gol de mitad de cancha”.
En tanto, Juan Pablo Correa se encuentra detrás de la librería de usados Mastronardi, y como buen librero, estudia a sus potenciales clientes: “Hay de todo, los que buscan libros que no están en las librerías, los que juntan los mangos para comprar un libro que necesitan y hay quienes buscan conversar con los libreros”, describe Correa.
En el último tiempo, Correa cuenta los libros que obtuvo: “Varios de Lee Child, dos de Patricia Highsmith, uno que buscaba hace mucho de Dickson. Carr, ‘El hombre hueco’, los últimos de Claudio Iglesias y el ‘No arredran’, de Alan Courtis y Pablo Katchadjian”.
“Pero voy a la feria también a buscar libros que me obsesionan”, advierte el librero. Hace unos años Correa vendía los libros por Mercado Libre pero abandonó esa plataforma. “Me cae antipático ML, no tuve una buena experiencia con ellos. Las ferias son un lugar de encuentro y estamos por abrir una librería vivero en Zapiola, partido de Lobos”, indica.
Asimismo, para Correa, la primera Fiesta del Libro Usado “fue genial”. Y esta promete. “Las personas que leen son mucho más interesantes, y algunos de los libreros que estarán son conversadores fascinantes, la conversación libresca es una de las facetas del diamante que es la movida cultural de Buenos Aires”, comenta emocionado.
En tanto, con el lema «Leer es una fiesta», el encuentro contará con la participación de autores y autoras como Dolores Reyes, Martín Kohan, Fernando Noy y Emilio García Wehbi.
Paralelamente, la apertura se encontrará a cargo de la voz de Alejandra Kamiya, quien enamorará al público con una lectura de poesía japonesa el sábado a las 14 horas para a las 15 horas, darle lugar a Emilio García Wehbi que explorará el concepto clásico de utilidad en su charla «Vida y muerte».
Así, el sábado a las 16 horas, será el turno de Martín Kohan, quien ampliará en la formación de lectores; y, para culminar la jornada, a partir de las 17 horas, el Trío Miau brindará un show de música en vivo.
Asimismo, desde las 14 horas del domingo, Silvia Castro y Gabriela Franco serán protagonistas de un espacio de lectura de poesía, en tanto que, a partir de las 17 horas, lo hará Fernando Noy. En la finalización del evento, el grupo Urraka presentará «historias musicalizadas con objetos reciclados».
Por otro lado, de una edición a la otra, la participación de las librerías se extendió de 20 a 34. El listado contempla a Aristipo Libros, The Book Cellar, La Teatral, La Grande, El Juguete Ilustrado, Jade, El Escriba, Textos Cautivos, El Sobaco Ilustrado, Nuestro Arcón, El Silenciero, Bisnidem, Librería Aguilar, Cadáver Exquisito, Fetiche, Librería Didon, Sudeste, Mastronardi, Himnos De La Noche, Plazoleta, Rústica Libros, Los Siete Pilares, Helena De Buenos Aires, El Escondite, La Internacional, Aquilea, La Libre, Ral Veroni, Mompracem, Thesauros, Racconto, Librería Libertad, Charlemos De Libros, Tangerine, entre otros.