Rodriguez Larreta expresó: “Es una responsabilidad compartida entre el Estado y las familias”.

El Gobierno  porteño  anticipó que quitará los planes a las familias que se encuentren en situación de pobreza e indigencia en el caso de que no cumplan con la nueva reglamentación de regularidad escolar. “Nuestra prioridad está puesta en los estudiantes”, indicó el Jefe de Gobierno de la Ciudad.

Asimismo, Horacio Rodríguez Larreta fundamentó  el cambio del sistema de regularidad escolar al indicar que “la educación está en crisis”, en tanto que acerca de la medida que quitará los planes sociales a quienes no alcancen la cantidad de asistencias bimestrales necesarias, enfatizó que cumplir con la nueva norma “es una responsabilidad compartida entre el Estado y las familias”.

“Nuestra prioridad está puesta en los estudiantes. Por eso, cada vez que detectemos que un chico no está yendo a clases, nuestro primer objetivo va a ser que vuelva al aula”, indicó el encargado del ejecutivo de la Ciudad en conferencia de prensa.

Asimismo, acompañado por la ministra de Educación, Soledad Acuña, y su par de Desarrollo Humano, María Migliore, comentó: “El verdadero progreso está en la educación, que es la herramienta más poderosa para incluir, para luchar contra la pobreza y para darles posibilidades de mejora a todos los que trabajan, se esfuerzan y tienen talentos muy valiosos”.

A la vez, expresó  que “nunca se van a poder superar las 25 faltas anuales totales” e insistió: “Juntos podemos recuperar el prestigio de la educación y el orgullo que sentíamos por esa escuela que nos permitía soñar con un mejor futuro. Todos los chicos del país merecen una educación de calidad, que iguale oportunidades y que los haga libres de elegir su camino en la vida”.

Acerca de las nuevas medidas en referencia a la posible quita de subsidios y asistencia social, indicó que el Ministerio de Educación y el Ministerio de Desarrollo Humano se encargarán de conversar  con las familias para “conocer la situación y las razones de las inasistencias”.

“Si después de todo este esfuerzo, no cambia y los chicos siguen sin ir a clases, después de tres meses se va a dar de baja el componente adicional. Y si a los seis meses tampoco se reincorporan al aula, se va a suspender la totalidad del plan”, concluyó.