Claudia Flexer es profesora de nivel inicial, a la vez, estudió Ciencias de la Educación, es naturalista de campo e intérprete naturalista recibida de la Escuela Argentina de Naturalistas. Allí existe un espacio que tienen con Chicos Naturalistas en la Facultad de Agronomía.
En época de invierno visitamos el predio de la Facultad de Agronomía de la UBA y transitamos con Claudia Flexer el espacio que la Facultad les cedió a Chicos Naturalistas para desplegar su vivero de nativas.
¿Cómo se llegó a armar este proyecto?
Siempre fui mano verde, siempre me decían: “Vos tocas y crece algo”. Soy profesora de nivel inicial, estudié Ciencias de la Educación, soy naturalista de campo e intérprete naturalista, fue ahí, en la Escuela Argentina de Naturalistas, donde encaucé mi energía hacia la naturaleza. Trato de dejar huella.
¿Qué significa Chicos Naturalistas?
Chicos Naturalistas surge como una fundación de educación ambiental dirigida a los chicos para transmitir la importancia que tiene la naturaleza. Nuestro eslogan dice “Descubrí cómo fue que la naturaleza lo hizo” porque la naturaleza lo hizo en millones de años y los humanos lo estamos usando en muy poco tiempo. Por lo cual, nos parece sumamente importante que la gente tome conciencia sobre la importancia que tienen los recursos naturales y que en definitiva son los que sostienen nuestra vida, la vida de todos los seres vivos. Es como que todo está servido y uno va y se agarra, pero hay que entender que eso fue un proceso de millones de años que tenemos que respetar y porque además, los ecosistemas que generaron la posibilidad de la vida para los seres vivos en el planeta tal como la conocemos.
¿Cómo se inició el proyecto?
Chicos Naturalistas empezó con talleres de educación ambiental en las escuelas y después se fueron desarrollando más talleres y el vivero de nativas. Estamos enfocados en lo que es la naturaleza nativa, en las especies originarias de cada eco región, porque lo poco que hay de naturaleza en la Ciudad la mayoría es exótica, entonces baja el nivel de biodiversidad, al poner nativas se sucede la interacción con la fauna y con el ecosistema en general y hace que esta cadena tan poderosa que es la naturaleza se vaya recomponiendo en lo que se pueda.
Nosotros pensamos que las ciudades tienen que ser mucho más sostenibles, tienen que tener ámbitos naturales porque la naturaleza genera bienestar, energía, genera toda una cadena virtuosa que hace que el ser humano pueda vivir saludablemente.
¿En qué momento iniciaron con Chicos Naturalistas?
Empieza en 2012, pero empezó antes de un modo más informal, hasta que llegó el momento en que nos dimos cuenta en que debíamos formalizarlo y hoy en día somos una fundación reconocida por la Inspección General de Justicia (IGJ).
Empezamos trabajando desde mi casa como nuestra base, donde preparábamos los materiales didácticos. Hasta que surge la necesidad de llevar las plantas a los colegios, empezamos a ver la posibilidad de conseguir otro lugar. Primero conseguimos una terraza prestada y empezamos con el cultivo de las nativas, después pasamos al club Ferrocarril Oeste, donde nos cedieron durante un año y medio un espacio, hasta que nos tuvimos que ir y llegamos acá, a la Facultad de Agronomía de la UBA.
Generamos un convenio por el cual la Fundación creaba biocorredores con un grupo de estudiantes de nativas, que son técnicos en floricultura y jardinería, ellos diseñaron un plan, nosotros desarrollamos plantas y entre los dos grupos se empezaron a armar distintos biocorredores en el predio de la Facultad. Hay un biocorredor muy grande que es para picaflores que está en la salida a Constituyentes.
El objetivo es acercar a la gente para que vea en acción lo que son las plantas nativas. Por ejemplo se empieza a llenar todo de mariposas, es automático. Las mariposas vienen liban el néctar de las flores, ponen los huevos en las plantas hospederas de las orugas y así empieza el ciclo que hace que todo sea virtuoso.
La naturaleza es una cadena con eslabones muy poderosos que los humanos rompemos permanentemente y tenemos que tratar de respetar lo más posible, y además aumentar, porque no alcanza lo que hay, tendría que haber muchísima más naturaleza en las ciudades. Tendría que haber políticas que incentiven a la gente a plantar en los balcones, que faciliten el reparto de semillas, por ejemplo. Hay mucho por hacer. En el vivero de nativas trabajamos muy artesanalmente porque no usamos agroquímicos, usamos compost.
¿Qué tipo de talleres imparten a los chicos y chicas?
Antes íbamos a las escuelas pero ahora vienen acá y hacemos visitas guiadas por el biocorredor, mostrando las especies finalizando en el vivero donde ven la cocina de lo que nosotros desarrollamos.
Hacemos talleres de compostaje, hablamos de la importancia que tiene. Ahora estamos trabajando muy fuerte para que la mariposa bandera argentina se declare monumento nacional que es un emblema para aguas, porque protegiendo a la mariposa, se protege el ecosistema y eso protege el ecosistema del talar que está muy perjudicado y dañado. Estamos trabajando en eso para que se conozca y se sepa la importancia y la riqueza que tienen los talares bonaerenses, así como también toda la región rioplatense.
¿Qué proyectos desarrollan para el futuro próximo?
Nosotros estamos empezando a desarrollar lo que es una escuela de naturaleza, que es esto mismo, pero poniéndole nombre. El objetivo de la Fundación es que los pibes se den cuenta de la importancia de los recursos naturales, que esta tierra que todo el mundo desecha, es la base de la vida, no podemos sembrar en el cemento, necesitamos tierra. La tierra tiene todos los elementos que necesitamos para que crezcan las plantas que generan su propio alimento, a su vez les dan el alimento a los animales, es la base de la vida. En una semilla diminuta está el poder de la vida misma, porque de esa semilla crece un árbol de 30, 40 metros, es evolución pura. Hoy en día vivimos en un mundo de plástico donde no se entienden muchas cosas.
Tenemos canteros afuera del predio de la Facultad, por Zamudio, con voluntarios que vienen a trabajar. La idea es generar grandes corredores por afuera para que eso se retroalimente y genere un impacto más importante, es uno de nuestros objetivos. También instalar la importancia que tienen las plantas nativas para la vida.
Trato de dejar huella, que esto el día de mañana tenga seguidores que lo continúen porque este es el camino, no hay otro. Tenemos que cortar con todos nuestros berrinches y nuestros gustos superfluos. Los mares y la tierra están llenos de plástico, si no separamos los residuos no vamos a ir a ningún lado por más que plantemos, porque toda la contaminación es enorme. Hay que actuar con energías renovables porque los recursos son finitos.
¿Cuál es tu mirada frente a la humanidad en general? ¿Existe algún cambio en el comportamiento?
La verdad que no, el trato que les damos a los animales, como el mascotismo, está mal. No soy vegetariana pero me cuestiono sobre qué derecho tenemos a quitarle la vida a un ser, es muy complicado y sobre todo en la Argentina que comemos mucha carne. Hay que trabajar fuertemente para que las cosas cambien.
Agradecemos a la Facultad de Agronomía que nos da este espacio que nos da la posibilidad de mostrar y hacer. Acá vienen chicos de las prácticas pre profesionales de las carreras de la Facultad y trabajan en la tierra y su desarrollo, conocen las nativas y ven todo el proceso que es muy interesante. También nos ayudan con los biocorredores. Es el lugar indicado para que esto esté acá. Si alguien quiere venir a aprender es acá.
Además, tenemos un banco de semillas que utilizamos nosotros para desarrollar.
Invitamos a que se anoten las escuelas para las visitas guiadas porque los chicos aprenden un montón, se llevan plantines de nativas y pueden armar su propio jardín de mariposas. La mariposa entusiasma a la gente y con eso se engancha.
Para acercarte a Chicos Naturalistas:
Instagram: @chicosnaturalistas
Web: www.chicosnaturalistas.org.ar
Facebook: @ChicosNaturalistas
Teléfono: 11-5864-5107